AEntreno una media de nueve horas al día, siete días de la semana, excepto algunos domingos. Si quieres estar y mantenerte en la élite mundial, tienes que entrenar muy duro, con mucho compromiso. El deporte de la natación es muy exigente.
BQue es lo más real, porque en unos Mundiales tienes que nadar rápido tanto por la mañana como por la tarde, y en España estamos acostumbrados a no hacerlo y a darlo todo por la tarde. Va a ser difícil, a mucha gente le va a costar.
CNo, para nada. Es un orgullo. De pequeña tenía mis propios ídolos y si ahora puedo servir de inspiración a aquellos chicos y chicas que cada día van a entrenar, para mí es una satisfacción.
DEn cada competición o entrenamiento busco mi límite. En una competición, por exigencias del calendario, he tenido que nadar tres pruebas seguidas con apenas tres minutos entre prueba y prueba. Sin duda, en esta situación he rozado mi límite.
ECéntrate en ti mismo y en tus metas sin fijarte en nadie. Camina con paso firme hacia adelante sin rendirte. No te conformes nunca. Si no vas perfeccionando, te estancas y te desmotivas enseguida porque no ves resultados.
FEra la recomendación médica para solucionar un problema que tenía en mi espalda. El esfuerzo al principio lo hicieron mis padres porque me estimularon a nadar mucho. Pasados los años, la natación es mi pasión.
GLa natación te da muchas satisfacciones personales, pero también te quita vida social. Es verdad que salgo en muy contadas ocasiones, pero cuando lo hago, me lo paso genial. También me apasiona pasar el tiempo con mi familia.
HEs difícil decirlo. Yo soñaba con que fuese así, pero nunca se sabe lo que puede pasar en el mundo del deporte. No siempre estás en la misma forma y es difícil predecir el futuro. Pero mi sueño y mi objetivo era conseguir todo lo que he ganado hasta ahora.
