Javier Sierra, uno de los autores españoles más traducidos en el mundo, ha charlado con los lectores de “Revista de Literatura” sobre su carrera literaria y su vida.
– ¿Cree que con los avances científicos que contamos hoy, cada día habrá menos misterios sin resolver?
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A– Supongo que ningún autor podría imaginarse algo así. El mayor descubrimiento que he hecho en este periodo es el de saber que una buena idea es capaz de romper las barreras y llegar a todo el mundo.
B– En realidad todos ellos están relacionados entre sí, y todos sirven al propósito de dar luz sobre preguntas fundamentales sobre quiénes somos y qué lugar ocupamos en el Universo.
C– El ritmo de mi casa lo marcan los niños. Cuando ellos se levantan para ir al colegio, todos lo hacemos. Desayunamos juntos y cuando la casa queda tranquila, comienza mi trabajo.
D– No soy capaz de ponerme esa etiqueta. Cada nuevo libro lo comienzo desde cero, con la misma inquietud que el primero. Sencillamente, me planteo escribir el libro que a mí me gustaría leer. Y eso es todo.
E– ¡Eso viene de lejos! A los diez u once años ya jugaba a escribir mis textos, ilustrarlos e incluso me inventaba nombres de editoriales que supuestamente lo imprimirían.
F– Cada vez que empiezo un libro busco la música que acompañe la escritura. A veces tardo meses en dar con la adecuada... y me desespero.
G– A medida que avanza el conocimiento humano surgen nuevas incógnitas. Así que mi respuesta es no. La ciencia siempre trae más preguntas que respuestas.
H– No creo que la tecnología haya creado un nuevo perfil de escritor. Las buenas historias se construían de la misma manera en el siglo XVIII, en el XIX, en el XX y ahora en el XXI.
