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Triatlón Andino, una prueba para los más fuertes
El Triatlón Andino es una competición de resistencia atlética que incluye tres especialidades deportivas: natación, ciclismo y carreras de larga distancia. Los participantes tienen que nadar 3,8 km (la distancia para cruzar el lago San Pablo); ir en bicicleta 180 km (distancia entre Quito y Riobamba), y correr los 42 km de un maratón. Estas tres pruebas se deben cumplir en un máximo de 17 horas.
Preparándose para esta competición, los deportistas deben compaginar su tiempo con el trabajo, los estudios y la familia. “Lo bonito de esto es hacerlo bien en todos los entornos; la mayoría de nosotros somos padres de familia, trabajadores privados y muy buenos deportistas”, comenta Santiago Gutiérrez.
Complementar las tres facetas (deporte, trabajo y familia) es algo que los deportistas saben hacer a la perfección: de lunes a viernes, los entrenamientos se realizan desde las 05:00 hasta las 07:00 para, luego, llevar a cabo sus tareas diarias y volver a entrenarse por la noche. “El día tiene veinticuatro horas, la cuestión es organizarse bien”, dice Santiago. “Nuestras familias están involucradas en lo que hacemos, incluso nos acompañan a los entrenamientos”.
Los fines de semana las prácticas se extienden hasta cinco horas. “Es muy duro, pero lo disfrutamos al máximo; además, mi esposa sabe que si no hago deporte, paso enojado todo el día”, menciona Mario Silva.
Mario, aparte de manejar su empresa de publicidad, estudia un Máster en Dirección Estratégica en la Universidad Internacional. “Por suerte he podido ordenar mi tiempo y cumplir con la empresa, el máster y la familia”, comenta Mario.
Dentro del grupo hay tres mujeres: María Lucero, Soledad Coello y Lorena Molina. Las tres deportistas trabajan y se dedican a sus familias.
Ser deportista a tiempo completo ha permitido a María Lucero desarrollarse bien en todos los aspectos de su vida. “La motivación de cada día la encuentro en mi familia”, dice María, que es directora de Vida Activa, una empresa dedicada al deporte.
“Todos trabajamos ocho horas diarias y, a veces, hasta más, pero siempre ponemos el mayor empeño de cumplir todo lo que nos ocupa”, matiza Lorena.
“Las distancias son largas, pero nos hemos entrenado bien y todo el equipo está listo para completar el recorrido”, añade Soledad, que este año participará por cuarta vez en el triatlón.
Según el texto, algunos de los familiares de los deportistas
