La vida entre animales
A Peter Olson, el famoso explorador, rastreador de animales y escritor, le conocí en 2014 en Australia; y ayer le encontré en un café aquí, en Madrid. Hace una semana Peter regresó de Tanzania y estaba en Madrid en una escala antes de empezar su próxima aventura, en esta ocasión en la selva peruana.
Al ver a Peter, lo primero que me sorprendió fue su conducta. Se portaba como un animal. “No lo puedo evitar”, me dijo. “Me asustan los coches, odio la contaminación y me parece que hay demasiada gente por todas partes, pero lo peor es que no se oyen los sonidos de las aves.” Me contó que se sentía presionado en la ciudad y no libre como en la naturaleza, su verdadero hábitat. “Estoy contando los días hasta mi salida para América. Voy a buscar a la tribu waorani. Ellos tienen una relación especial con los jaguares salvajes y esto es lo que más me atrae”.
Su pasión por los animales empezó cuando era niño. Al terminar la escuela decidió irse a Kenia para cumplir su sueño de ser guía en un parque natural africano, pero en vez de esto, empezó a trabajar con animales salvajes en un centro de conservación que había sido concebido por William Sheldrick, su director, como un refugio para los ejemplares con algún tipo de trauma.
Allí fue donde Peter se encontró con Rocky, un guepardo a cuya madre habían matado los cazadores furtivos, contra los cuales los miembros del centro luchaban continuamente. Como parte de su terapia, al guepardo se le permitía moverse libremente, aunque una cuerda de diez metros de largo lo unía siempre a Peter que lo seguía a cierta distancia preparado para detenerlo si surgía algún problema.
Una tarde, Peter estaba con Rocky de paseo, cuando de repente el guepardo, se echó a correr, con Peter detrás, cuerda en mano. Ese mismo día la famosa especialista en primates Jane Morris se encontraba de visita en el centro de conservación y un grupo de alumnos locales estaba cantando para ella como bienvenida. Rocky se les acercó, amenazador, mostrando sus dientes. En el último momento, Peter logró evitar el desastre atando alrededor de un árbol la cuerda que le conectaba con el guepardo. Después le costó mucho meter a Rocky en su jaula. “Pese a todo, lo único que me ocurrió aquel día fue que me lesioné los dedos al atar la cuerda alrededor del árbol”, comentó Peter.
¿Qué es lo que más le molesta a Peter de Madrid?
ALe falta el canto de los pájaros.
BLe da miedo el tráfico urbano.
CLe da asco el aire contaminado.
DLe estresa la cantidad de personas.
