Ártico Ice Bar, bar de hielo en Noruega
Honningsvag (Noruega) es la ciudad más septentrional de Europa. Gloria Sanz y José Mijares, dos españoles con larga experiencia como guías turísticos, decidieron apostar por este lugar remoto, a cinco mil kilómetros de España, y llevaron hasta allí su original proyecto: un local a cinco grados bajo cero donde el protagonista absoluto es el hielo. “Desde las mesas hasta las sillas, pasando por las paredes, la barra del bar o su logotipo se han creado a partir de este material”, explica Gloria. “Recuerdo que nos costó mucho empezar este negocio. Al principio pensábamos que iba a ser muy fácil, pero tuvimos muchísimas dificultades, nos ocurrieron muchas cosas imprevistas. Cuando decidimos abrir el bar, solo existía uno similar en Estocolmo, así que fue una verdadera revolución para los habitantes de Honningsvag”.
La experiencia ha resultado ser agotadora pero muy satisfactoria. “Hemos tenido tantos problemas que hoy, cuando pensamos en ello, decimos que nunca volveríamos a empezar esta aventura”, reconoce José. Sin embargo, ahora dice que “ha valido la pena”.
Desde la apertura del Ártico Ice Bar, la idea gustó. El local ganó el premio al Mejor Proyecto Turístico del Norte de Noruega el año de su inauguración y ahora, después de una inversión de más de seiscientos mil euros, el negocio marcha bien. “Lo que ofrecemos no es un bar normal para tomar algo, sino una experiencia ártica interactiva, una ventana al invierno del norte; aquí solo hay hielo, nieve y pieles de reno”, comenta Gloria.
Los emprendedores decidieron ampliar su negocio y además del bar han instalado una tienda en la que venden recuerdos relacionados con el Ártico, ampliando así su clientela. Su negocio incluye también la organización de viajes al Círculo Polar Ártico.
El calentamiento global puede ser un grave problema para su negocio. Hasta ahora, todo el hielo de su local lo extraen de unos lagos situados en el interior de Laponia (región que se extiende por las zonas del norte de Noruega, Suecia y Finlandia) donde las temperaturas rondan los treinta grados bajo cero en invierno. Pero los emprendedores reconocen su preocupación por la constante subida de temperaturas que están sufriendo estas zonas del planeta. “Si las temperaturas siguen subiendo, tendremos problemas porque los lagos no se congelarán como lo hacen ahora”, confiesa José.
El proyecto de Gloria y José es original porque
Asu bar está en la ciudad más septentrional de Europa.
Blos propietarios son españoles, pero viven en Noruega.
Ctodo el mobiliario de su bar está hecho de hielo.
Des un local cuyos propietarios son guías turísticos.