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El Sevillano, el tren que acercó a miles de andaluces a Cataluña
Desde esta semana, el Museo de Historia de la Inmigración de Cataluña (MHIC) cuenta en su fondo con una pieza única: un vagón restaurado del tren conocido popularmente como El Sevillano, que a mediados del siglo pasado recorría el trayecto entre Andalucía y Cataluña. De momento, está expuesto en los jardines del MHIC, en San Adrián de Besós (municipio situado a seis kilómetros al norte de la capital catalana), pero el museo prevé instalar en su interior una exposición para dar a conocer cómo era el recorrido migratorio de miles de personas que, con la ilusión de alcanzar una vida mejor, viajaron a bordo del tren con destino a Barcelona.
El vagón había permanecido en desuso durante los últimos años, parado en una vía muerta de la cochera de Can Tunis. Tiene una longitud de casi treinta metros y conserva un pasillo lateral que da acceso a sus doce compartimentos de segunda clase. La restauración y exhibición del vagón han sido posibles gracias a la colaboración del MHIC con la Fundación RENFE y el Museo del Ferrocarril de Vilanova. Es un vehículo ideal para realizar las investigaciones sobre el fenómeno migratorio en la España de mediados del siglo XX. Ahora el MHIC está preparando el material gráfico y los testimonios que alojará en el vagón a lo largo de este año para describir el viaje en El Sevillano.
Un total de veinticuatro horas duraba el trayecto, que comenzaba en la estación sevillana de Santa Justa y acababa en la actual Estación de Francia de la capital catalana. Los que viajaron en ese tren cuentan que paraba en cada estación, que los pasajeros ocupaban incluso los pasillos y tenían que pasar muchísimas horas de pie o dormir en el suelo con su maleta de cartón como almohada, que mataban el tiempo jugando a las cartas, y que pasado Castellón de la Plana se producía un murmullo general junto a las ventanas porque la mayoría de ellos veían por primera vez el mar.
José Canga, alcalde de San Adrián de Besós, es precisamente hijo de una emigrante asturiana que realizó un trayecto similar, pero desde el norte de la Península. En la presentación del vagón señaló que la exposición es “un reconocimiento a los inmigrantes que contribuyeron a hacer de esta tierra un lugar maravilloso y también un homenaje a la gente que les acogió”.
¿Cómo era para los pasajeros el viaje a bordo de El Sevillano?