La casa natal de Luis Cernuda
Cada año en Sevilla se llevan a cabo los eventos en honor a Luis Cernuda, destacado poeta español. En ellos siempre participa Rogelio Reyes, profesor de literatura y experto en la obra del poeta, que lleva años proponiendo al Ayuntamiento de Sevilla la renovación de la casa natal de Cernuda. Este edificio se encuentra en un barrio de gran interés turístico en el centro de la ciudad. El profesor piensa que este ya puede ser motivo suficiente para que los políticos se decidan a renovarlo, aunque él tiene otra motivación. El futuro del edificio le importa por el papel fundamental que tiene en la obra de Cernuda. Gracias a sus poemas, por ejemplo, entendemos que, aunque los Cernuda tuvieron que mudarse, toda la familia deseaba seguir viviendo en esta casa situada en la calle Acetres.
A cualquiera le gustaría vivir en esta calle céntrica. Hace poco han desaparecido las tiendas que vendían armarlos y mesillas antiguas y en su lugar han aparecido restaurantes visitados por grupos de novelistas y poetas. Incluso está planeado abrir en la calle Acetres una galería de arte con obras de pintores contemporáneos. Y, además, en una calle cercana a la de Acetres se encuentra el teatro de la Escuela de Arte Dramático.
Por su localización, la casa de Cernuda les interesa también a algunos políticos que proponen trasladar allí la biblioteca de la ciudad. Al profesor Reyes eso le parece poco lógico, porque la biblioteca ya dispone de otro edificio, mucho más adecuado. Otros proponen que en la casa haya una cafetería para los amantes de la literatura, idea que no le ha gustado al profesor. “Propongo que la casa sea un museo del poeta y parte del patrimonio cultural”, ha manifestado su opinión Reyes, que quiere evitar que la casa termine en manos privadas. Así nadie asegura su reconstrucción respetando su arquitectura original. Por eso tampoco está de acuerdo con abrir en este edificio una escuela privada.
“Si el Ayuntamiento vende la casa donde nació Cernuda, el edificio acabará como la Venta de los Gatos, donde nació Gustavo Adolfo Bécquer y que ahora es un bar. Me sorprende la pasividad de las instituciones locales. Las ciudades en el extranjero protegen y cuidan las casas de sus artistas. Dublín, por ejemplo, quiere convertir la casa de James Joyce en un destino de peregrinación; o Londres y la casa de Charles Dickens. Esta última me sirve de ejemplo: muestra perfectamente cómo presentar la obra de un escritor a través del lugar donde vivió. Por otro lado, me alegra saber que mi esfuerzo inspira a otros. Siguiendo mi ejemplo, un grupo activista sevillano lucha por proteger la Casa Turina, donde nació el músico del mismo nombre”, ha dicho el profesor.
Según el texto, ¿qué hay en la calle Acetres ahora?